a visibilizar la violencia contra las mujeres, situarla en el espacio público y crear un nuevo enfoque de problema social. El caso de Ana Orantes en 1997 introdujo nuevas formas de informar sobre la violencia machista, como han recogido algunos informes de seguimiento, entre ellos el del Consell de l´Audiovisual de Catalunya de 2011.

Con todo, la lucha contra la violencia de género, reconocida como pandemia global por la ONU, se encuentra en regresión y urge abrir un nuevo ciclo en su tratamiento informativo, apunta la doctora en Ciencias de la Información Pilar López Diez. En este sentido, se acaba de presentar en la Asociación de la Prensa de Madrid un decálogo elaborado en la jornada de trabajo “Tratamiento informativo de la violencia de género: retos en la era de Internet”, que reunió a periodistas y expertas el 17 de noviembre en Madrid.

El documento señala que la violencia contra las mujeres se suele abordar como una noticia-suceso, en la que falta relato e información complementaria que dé sentido al hecho que se denuncia. Crear conciencia con el lenguaje, superar la sobrerrepresentación de las mujeres como víctimas, visibilizar las aportaciones de éstas en todos los espacios y ámbitos; buscar enfoques atractivos, consultar fuentes expertas, aplicar la perspectiva de género de forma transversal y tratar las violencias cotidianas figuran entre las propuestas de mejora.

Si bien el tratamiento informativo de la violencia de género es deficitario y muy mejorable, existen algunas iniciativas de medios de comunicación, sobre todo en los nuevos medios digitales, que aportan enfoques y tratamientos más creativos, innovadores y mejor situados sobre la violencia machista. Se trata de prácticas y formas de pensar y hacer que conviene visibilizar por su valor en la creación de nuevos referentes.

Es el caso de La Marea, que acaba de recibir el Premio Violeta por su código ético de publicidad, que prohíbe los anuncios sexistas. En este medio, cuyos cargos de responsabilidad ocupan mujeres, no informan sobre los homicidios; optan por abordar las violencias machistas con géneros como el reportaje, con mayor profundidad y narrativa, y acciones como #Antibrecha, descuento del 24% para suscriptoras con el que se pretendía señalar la desigualdad salarial entre hombres y mujeres.

/> a visibilizar la violencia contra las mujeres, situarla en el espacio público y crear un nuevo enfoque de problema social. El caso de Ana Orantes en 1997 introdujo nuevas formas de informar sobre la violencia machista, como han recogido algunos informes de seguimiento, entre ellos el del Consell de l´Audiovisual de Catalunya de 2011.

Con todo, la lucha contra la violencia de género, reconocida como pandemia global por la ONU, se encuentra en regresión y urge abrir un nuevo ciclo en su tratamiento informativo, apunta la doctora en Ciencias de la Información Pilar López Diez. En este sentido, se acaba de presentar en la Asociación de la Prensa de Madrid un decálogo elaborado en la jornada de trabajo “Tratamiento informativo de la violencia de género: retos en la era de Internet”, que reunió a periodistas y expertas el 17 de noviembre en Madrid.

El documento señala que la violencia contra las mujeres se suele abordar como una noticia-suceso, en la que falta relato e información complementaria que dé sentido al hecho que se denuncia. Crear conciencia con el lenguaje, superar la sobrerrepresentación de las mujeres como víctimas, visibilizar las aportaciones de éstas en todos los espacios y ámbitos; buscar enfoques atractivos, consultar fuentes expertas, aplicar la perspectiva de género de forma transversal y tratar las violencias cotidianas figuran entre las propuestas de mejora.

Si bien el tratamiento informativo de la violencia de género es deficitario y muy mejorable, existen algunas iniciativas de medios de comunicación, sobre todo en los nuevos medios digitales, que aportan enfoques y tratamientos más creativos, innovadores y mejor situados sobre la violencia machista. Se trata de prácticas y formas de pensar y hacer que conviene visibilizar por su valor en la creación de nuevos referentes.

Es el caso de La Marea, que acaba de recibir el Premio Violeta por su código ético de publicidad, que prohíbe los anuncios sexistas. En este medio, cuyos cargos de responsabilidad ocupan mujeres, no informan sobre los homicidios; optan por abordar las violencias machistas con géneros como el reportaje, con mayor profundidad y narrativa, y acciones como #Antibrecha, descuento del 24% para suscriptoras con el que se pretendía señalar la desigualdad salarial entre hombres y mujeres.

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Nuevas voces y enfoques para informar sobre la violencia machista

Los medios de comunicación han contribuido a visibilizar la violencia contra las mujeres, situarla en el espacio público y crear un nuevo enfoque de problema social. El caso de Ana Orantes en 1997 introdujo nuevas formas de informar sobre la violencia machista, como han recogido algunos informes de seguimiento, entre ellos el del Consell de l´Audiovisual de Catalunya de 2011.

Con todo, la lucha contra la violencia de género, reconocida como pandemia global por la ONU, se encuentra en regresión y urge abrir un nuevo ciclo en su tratamiento informativo, apunta la doctora en Ciencias de la Información Pilar López Diez. En este sentido, se acaba de presentar en la Asociación de la Prensa de Madrid un decálogo elaborado en la jornada de trabajo “Tratamiento informativo de la violencia de género: retos en la era de Internet”, que reunió a periodistas y expertas el 17 de noviembre en Madrid.

El documento señala que la violencia contra las mujeres se suele abordar como una noticia-suceso, en la que falta relato e información complementaria que dé sentido al hecho que se denuncia. Crear conciencia con el lenguaje, superar la sobrerrepresentación de las mujeres como víctimas, visibilizar las aportaciones de éstas en todos los espacios y ámbitos; buscar enfoques atractivos, consultar fuentes expertas, aplicar la perspectiva de género de forma transversal y tratar las violencias cotidianas figuran entre las propuestas de mejora.

Si bien el tratamiento informativo de la violencia de género es deficitario y muy mejorable, existen algunas iniciativas de medios de comunicación, sobre todo en los nuevos medios digitales, que aportan enfoques y tratamientos más creativos, innovadores y mejor situados sobre la violencia machista. Se trata de prácticas y formas de pensar y hacer que conviene visibilizar por su valor en la creación de nuevos referentes.

Es el caso de La Marea, que acaba de recibir el Premio Violeta por su código ético de publicidad, que prohíbe los anuncios sexistas. En este medio, cuyos cargos de responsabilidad ocupan mujeres, no informan sobre los homicidios; optan por abordar las violencias machistas con géneros como el reportaje, con mayor profundidad y narrativa, y acciones como #Antibrecha, descuento del 24% para suscriptoras con el que se pretendía señalar la desigualdad salarial entre hombres y mujeres.

La periodista Ana Requena Aguilar también ha recibido otro premio de comunicación no sexista de la Associació de Dones Periodistes de Catalunya por el blog de eldiario.es Micromachismos, que denuncia el sexismo normalizado. En la misma línea, El Desalambre, del que ya hablamos en un post anterior, aporta al tratamiento de la violencia contra las mujeres el enfoque de derechos humanos y la perspectiva internacional.

Hasta hace un tiempo, el telediario de TVE incluía la sección #EnfoqueTD2, de la periodista Monsterrat Boix, editora del primer medio digital feminista, Mujeres en Red, en la que se abordaba asuntos cotidianos, como el urbanismo, desde el enfoque de género. “El reto es elaborar todos los contenidos con una perspectiva de igualdad. Es más complicado de lo que pensamos porque ni tenemos práctica ni imaginario”, explica.

Diagonal trabaja en esta línea. “La mirada de la equidad debe estar en todo el medio, debe ser integral, no sólo aplicarse a informaciones relacionadas con la violencia de género o la igualdad. En Diagonal, trabajamos todas las noticias desde un enfoque de empoderamiento, agencia y capacidad de las mujeres”, afirma la periodista Izaskun Sánchez Aroca. Cuidan al extremo el lenguaje, el discurso, las fuentes. “Quizá sea más fácil dar con fuentes masculinas, pero hay que hacer un esfuerzo para encontrar voces y miradas más diversas y situadas,” añade. Sánchez propone crear e interiorizar una fórmula tipo el test de Bechdel para poder detectar el sexismo en las informaciones.

En los últimos años, han surgido medios de comunicación especializados en igualdad, por ejemplo Pikara Magazine y Proyecto Kahlo, entre cuyas prioridades figura visibilizar y relacionar las múltiples formas de la violencia machista, como el acoso callejero o la violencia simbólica, desde un enfoque crítico, que estimula el empoderamiento, el humor y la creatividad.

“Nos interesa mostrar que la violencia machista no afecta a mujeres concretas sino que está presente en la vida de todas. Hablamos en primera persona, invitamos a las mujeres a que cuenten experiencias cotidianas para que otras puedan identificar las agresiones machistas que sufren. Nombramos como violencia machista realidades que han suscitado interés mediático pero que no suelen interpretarse con perspectiva de género: desde el “porno de la venganza” a casos como el del mal llamado “maestro Shaolín”, cuyo tratamiento informativo fue de crónica negra. Nosotras hicimos hincapié en las relaciones de poder por las que un hombre blanco y empresario se dedica a asesinar a mujeres migradas que ejercían el trabajo sexual”, expone la periodista June Fernández. Directora de Pikara Magazine, medio feminista que destacamos en un post anterior, destaca el trabajo de los medios vascos Berria y Argia por hacer un tratamiento correcto de los asesinatos e incorporar nuevos enfoques y claves al discurso, como la autodefensa, por ejemplo.

Otros nuevos referentes feministas son el blog Basta de Sexismo, el sitio web Feminicidio.net, que contabiliza los asesinatos de mujeres en España, o Especialista en Igualdad, cuenta social dedicada al monitoreo de medios, de interés para analizar y transformar el tratamiento informativo de la violencia machista.

Se puede referenciar más iniciativas, como el espacio de La Ventana, del periodista Carles Francino, en Cadena SER, Vidas robadas, que trata los asesinatos machistas con mayor profundidad; la sección En femenino plural, de Público, de los primeros medios en elaborar un decálogo propio sobre cómo informar sobre la violencia de género; el programa de RNE Ellas Pueden, de la periodista Marta Pastor, sobre liderazgos femeninos, e incluso contenidos específicos como el docuweb de RTVE Las Sinsombrero.

Incorporar nuevas voces y enfoques a los discursos periodísticos es otra forma de innovar en un campo en el que, a pesar de la extensión de este post, todo o casi todo está por hacer.

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