Memecracia, el nuevo escenario de la información digital
A estas alturas del Máster de Innovación en Periodismo 2014-2015, uno ya ha oído hablar de multitud de ejemplos de medios innovadores, tendencias, modelos de emprendimiento y herramientas tecnológicas sorprendentes. Es un claro síntoma de la efervescencia del periodismo actual, espoleado por esa proliferación de ingredientes que le permiten reinventarse sin parar.
Ya nadie duda de que se ha configurado un nuevo escenario informativo. Como precisaba el profesor de Periodismo de la UCAM José Manuel Noguera, ha cambiado el paradigma de la información. Tradicionalmente, ésta era escasa, cara de producir y de difícil distribución. Desde la aparición de internet, nos hemos ido mudando progresivamente a las antípodas de aquel mundo. ¿Y cómo definir el entorno donde nos encontramos ahora? Una propuesta sugestiva que describe muchos de los fenómenos del actual ecosistema digital es la “Memecracia” de la periodista logroñesa Delia Rodríguez, que coordina actualmente la web Verne, un proyecto de El País dedicado a explorar internet.
La tesis principal del libro “Memecracia: Los virales que nos gobiernan” es que los mensajes más contagiosos consiguen captar con más éxito nuestra atención, independientemente de la relevancia o utilidad de su contenido. Esto se explica por la actual sobreabundancia informativa. Como reconocía en las clases del MIP el editor de The Spain Report, Matthew Bennett, se impone lo que algunos especialistas llaman economía de la atención, en referencia a la incapacidad del consumidor para atender al conjunto de estímulos informativos a los que está expuesto. El mismo diagnóstico ofrece Delia Rodríguez, quien ya empezó a analizar en el blog Trending Topics los mecanismos de lo más consumido en la red hasta encontrar el secreto de la viralidad.
##Memes
El término “meme” se ha popularizado en internet como esa viñeta poco estética o ese montaje visual acompañado de un breve texto, que persigue un impacto emocional o hilarante. Aunque, en un sentido amplio, todo producto cultural que se propaga de forma viral se considera un meme. Precisamente por ello, la mayor parte de memes se genera en internet. Su repercusión es tal que incluso una publicación especializada en cultura visual ha dedicado un número íntegro a estudiarlos. El Nyan Cat o las versiones de la expresión “Ola k ase” son algunos de los ejemplos populares más sonados.
En lo que respecta a los medios de comunicación, Delia Rodríguez propone una fórmula para que éstos puedan crear sus propios memes virales:
a) Despiezar la realidad en una unidad fácilmente comprensible.
b) Asociar esa pieza a algo elevado para que desate una emoción.
c) Dejar que esa emoción se contagie a los demás.
Por supuesto, esta receta viene acompañada por una necesaria reflexión consciente en la que invita a los periodistas a aplicar la sabiduría memética al servicio del buen periodismo, más allá de la trivialidad y el impacto estéril. Ese es el reto.