El retorno de la pirámide invertida en el periodismo online

He escuchado a varios expertos y periodistas que reniegan de la pirámide invertida. La tachan de algo obsoleto sin cabida en el periodismo actual. Por ello, he creído conveniente rescatar algunas ideas del informe “Cómo escribir para la web” de Guillermo Franco pues, a pesar de que ya han pasado unos años desde su publicación, continúa siendo uno de los manuales más completos para redactar en la web.

Guillermo Franco dedica un capítulo completo a poner en valor la clásica estructura de la pirámide invertida y demuestra que redactar los contenidos de mayor a menor importancia satisface las necesidades de los usuarios.

Los estudios de usabilidad realizados por el grupo de investigación Nielsen Norman Group basados en la tecnología eyetracking permiten seguir los movimientos oculares de una persona e inferir qué mira y qué ve. Según dichos estudios, en los mapas de calor observamos que el color rojo, que representa la máxima atención del usuario, se concentra al principio de la página. De las investigaciones del Poynter Institute se deduce fácilmente que si queremos que una determinada idea llegue al usuario, deberemos ubicarla en la parte superior y no retrasarla, puesto que la atención se pierde a medida que se desciende en el área de contenido.

En concreto, el manual habla de tres niveles básicos de utilización de la pirámide invertida en los que tiene en cuenta el cambio de lectura lineal característico de los textos impresos a la lectura no lineal que ofrece la red. El primer nivel de uso de la pirámide es el básico, que estructura el contenido ubicando las ideas más importantes al principio del texto. En el segundo nivel, se ofrece la información dividida en bloques temáticos, que en su interior también siguen la estructura piramidal. Y en el tercer nivel, la información se agrupa a través de lo que Franco denomina “pirámides flotantes”, ubicadas en diferentes páginas, de tal manera que el usuario puede escoger su propia ruta de navegación.

Es obvio que para redactar géneros periodísticos de tono más narrativo o argumentativo, como puede ser el caso de determinados reportajes, crónicas o artículos de opinión, la estructura piramidal no siempre resulta la opción más adecuada. Sin embargo, si nuestro objetivo es que una idea concreta llegue a nuestros usuarios de una forma directa y clara, lo conveniente es explicarla al principio, cuando nos dedican su máxima atención. Por ello, la pirámide invertida es una fórmula útil en la redacción de textos para en internet.

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