El futuro del periodismo de servicio público con la Inteligencia Artificial: el caso de SVT
La Inteligencia Artificial Generativa (IAG) ha pasado de ser una promesa tecnológica a una fuerza transformadora. Sin embargo, pocos medios están sabiendo integrar esta herramienta con la visión y estrategia que ha demostrado SVT (Sveriges Television), la televisión pública de Suecia. Lejos de ver la IAG como una amenaza para el periodismo, SVT la ha adoptado como aliado estratégico para generar valor, fortalecer su conexión con las audiencias y reafirmar el rol único del periodismo. El modelo de SVT es una lección de liderazgo y adaptabilidad. No se trata de reemplazar a los periodistas con robots, sino de empoderarlos con herramientas que les permiten hacer un periodismo más relevante. Mediante la integración de la IAG en su flujo de trabajo, SVT revela que el futuro del periodismo exige preservar los valores y estándares al incorporar las innovaciones.

SVT utiliza la IAG generativa para resolver un problema fundamental: la sobrecarga de información y la dificultad que tiene la gente para encontrar contenidos relevantes en un catálogo inmenso. El objetivo no es producir más contenido, sino hacer que el contenido ya existente sea más accesible y útil para cada individuo.
1. Personalización sin algoritmos opacos
Uno de los usos más inspiradores de la IAG en SVT es su capacidad para personalizar la experiencia del usuario de una manera ética. A diferencia de las plataformas de streaming que utilizan algoritmos ‘de caja negra’ para dirigir el consumo, SVT ha implementado sistemas de IA que recomiendan noticias y programas basándose en los intereses explícitos del usuario, no en un historial de clics. Por ejemplo, si un usuario expresa interés en el medio ambiente, el sistema puede destacar documentales, reportajes y análisis sobre ese tema de diferentes programas y años, creando una experiencia coherente y rica en contexto. Esta personalización proactiva y transparente genera una sensación de ser respetado, en vez de ser manipulado por un algoritmo.
2. Producción de resúmenes
En vez de pasar horas revisando transcripciones y metadatos, los periodistas utilizan la IA para generar resúmenes automáticos de entrevistas extensas, debates parlamentarios o conferencias de prensa. Por ejemplo, un reportero que cubre una votación en el parlamento puede obtener en segundos un resumen de los puntos clave de cada discurso. Esto libera tiempo para que el periodista se concentre en el trabajo de aportar valor añadido: analizar la información, contrastar las fuentes, hacer preguntas y dar contexto. El resultado es un periodismo más completo, sin sacrificar la calidad.
3. Automatización de tareas repetitivas
SVT ha sido pionera en el uso de la IA para automatizar tareas repetitivas y de bajo valor periodístico. Por ejemplo, las piezas de deportes locales y los informes del tiempo se generan automáticamente basándose en datos estructurados. Esto no solo ahorra recursos, sino que también permite que los periodistas se concentren en las investigaciones más complejas y de mayor impacto social. En este modelo, la IA se encarga del trabajo rutinario, permitiendo que el periodista tenga más tiempo para su trabajo más creativo.

La Red de superusuarios
El éxito de la integración de la IA en SVT no reside solo en la tecnología, sino en las personas. SVT ha creado una Red de superusuarios (“IA superusers”) en su redacción. Estos periodistas no son programadores ni expertos en tecnología; se trata de reporteros, editores y productores con una curiosidad innata por la innovación. Su misión es doble:
- Experimentar con las herramientas de IA: Prueban nuevas tecnologías, descubren casos de uso prácticos y evalúan su utilidad en el día a día.
- Ser embajadores: Comparten sus conocimientos y experiencias con el resto de la redacción, ayudando a desmitificar la IA y a fomentar su adopción.
En lugar de ser un proyecto de arriba abajo, la integración de la IA se convierte en un proceso orgánico impulsado por la creatividad de la propia redacción. La Red de superusuarios asegura que las herramientas de IA se desarrollen y adapten a las necesidades reales de los periodistas, garantizando que la tecnología sea una ayuda genuina y no un obstáculo.
Un ejemplo práctico es el uso de la IA para la transcripción automática de entrevistas. Un superusuario de SVT descubrió que, aunque la tecnología funcionaba, distaba mucho de ser perfecta. Al colaborar con los desarrolladores, ayudó a crear un sistema que no solo transcribía el audio, sino que también identificaba a los diferentes hablantes, facilitando enormemente el trabajo de los periodistas de radio y televisión.
Una pregunta resuena en la redacción de SVT: si la IA puede generar contenido, ¿qué queda para el periodista? La respuesta es clara: la IA puede producir información, pero no puede hacer periodismo.
El periodismo es mucho más que la simple generación de texto. Es un proceso intrínsecamente humano que se basa en:
1. Curiosidad inquebrantable La IA puede resumir datos, pero no tiene la curiosidad para hacerse la pregunta “por qué”. No puede sentir la indignación ante una injusticia o la empatía por una víctima. Es el periodista quien, motivado por la curiosidad, decide investigar una historia, destapar una verdad oculta y darle voz a quienes no la tienen.
2. Capacidad de observación y “olfato periodístico” La IA puede procesar millones de datos, pero no puede observar los pequeños detalles que revelan una historia. No puede notar el nerviosismo de un político, el silencio de una comunidad o la emoción en los ojos de un entrevistado. El periodista se basa en su experiencia y su intuición, su “olfato periodístico”, para encontrar historias donde otros solo ven datos.
3. Empatía narrativa La IA puede generar un texto gramaticalmente correcto, pero no puede conectar emocionalmente con la audiencia. No puede construir una narrativa que inspire, conmueva o provoque la reflexión. La capacidad de contar historias, de tejer una trama con personajes y conflictos reales, es una habilidad exclusivamente humana. El periodista no solo informa, sino que narra, y esa narrativa es la que crea un vínculo emocional con el lector o espectador.
4. Juicio editorial y ético Este es el pilar más importante. La IA carece de conciencia ni valores. No puede discernir entre lo que es ético y lo que no, ni tomar decisiones editoriales difíciles. Es el periodista quien asume la responsabilidad de la veracidad, la precisión y el impacto de su trabajo. Es el ser humano quien decide qué información es relevante, qué fuentes son creíbles y cómo presentar una historia de manera justa y equilibrada.

El futuro: la simbiosis periodista + IA
El modelo de SVT muestra que el futuro del periodismo no es un enfrentamiento entre humanos y máquinas, sino una simbiosis en la que cada uno aporta lo mejor de sí. La IA se encarga de la eficiencia y la automatización. El periodista se ocupa de la creatividad, la investigación, la ética y la conexión humana.
La SVT ha comprendido que la IA generativa es una herramienta para que los periodistas se libren del trabajo más tedioso y puedan centrarse en lo que realmente importa: contar historias que informen, inspiren y fortalezcan la democracia. La experiencia de SVT es un recordatorio de que el verdadero valor del periodismo no reside en el volumen de contenido, sino en su calidad, su propósito y su inconfundible toque humano.