Llega la hora de reinventar los informativos televisivos

La televisión informativa todavía es un medio importante pero ha perdido la hegemonía que alcanzó en la segunda mitad del siglo XX. En los últimos años asistimos a un declive en el consumo de los informativos tradicionales, al tiempo que se ha incrementado el visionado de vídeos a través de YouTube, Vimeo y redes sociales. El consumo televisivo en países como Estados Unidos y Reino Unido ha disminuido un 3% de media cada año desde 2012. La audiencia de muchos programas de noticias tiene una edad elevada; en Estados Unidos, la edad media de los espectadores de CNN es 61 años, de la MSNBC es 63, de la CBS y ABC, 64, y de Fox News es 68 años, según datos de Nielsen. En España, TVE-1 y La 2 son las que cuenta con una audiencia más envejecida. Telecinco y Antena 3 son las favoritas de las mujeres, mientras que los hombres prefieren Cuatro y La Sexta, según datos de Kantar Media. 

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El declive del consumo televisivo entre los jóvenes es más pronunciado tanto para la televisión en general como para los informativos en particular; en realidad, el hecho de que mucha gente mayor de 65 años consuma televisión regularmente oculta el dato de que los informativos televisivos están dejando de interesar a la gran mayoría de la audiencia menor de 30 años. Y esta tendencia resulta letal para el futuro del medio.

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Pese a todo, los noticiarios de televisión siguen siendo un medio de referencia, al que muchas personas acuden para mantenerse informadas. Sin embargo, si los responsables de las cadenas no reaccionan ante el descenso del consumo de noticias televisivas y el incremento del consumo de vídeo online, en especial a través del móvil, los informativos pueden volverse irrelevantes en menos de diez años.

La fórmula que durante décadas ha sustentado el formato tradicional del informativo diario, basado en un resumen de lo más destacado de la actualidad en las ediciones de mediodía y noche, se ha vuelto obsoleta, como sentencia el crítico televisivo Borja Teherán. Hay una razón de fondo: en la era de las redes sociales y la información continua, la gente ya conoce las noticias y en muchos casos incluso las ha visto a lo largo del día, por lo que los noticiarios de las 15.00 o de las 21.00 horas no les ofrecen nada nuevo. En especial, los menores de 30 años hace tiempo que han desconectado del informativo tradicional y eligen otras vías para seguir la actualidad.

Por tanto, los informativos de las cadenas generalistas necesitan reinventarse si no quieren volverse irrelevantes. Como subraya Teherán, a un amplio número de espectadores estos espacios no les aportan nada; se han convertido en un resumen de ruedas de prensa y declaraciones, un recopilatorio de piezas cortadas por idéntico patrón, con contenidos homogéneos, porque las noticias de las distintas cadenas se parecen entre sí cada vez más.

La televisión afronta un proceso de transformación constante, que se ha visto acelerado en la última década a consecuencia de la digitalización, los cambios en los hábitos de consumo, la innovación tecnológica y la influencia de las redes sociales. La directora de vídeo de la Fundación Telefónica, Paloma Bravo, explica cómo se están produciendo tres revoluciones paralelas en la televisión actual: “Por un lado, la tecnológica: cualquier dispositivo conectado a Internet es una pantalla lista para el entretenimiento y la información. Por otro, la de los creadores: la televisión ya no es un arte menor, sino un medio donde se pueden hacer auténticas virguerías en la narración de eventos deportivos y maravillosas obras de arte –libres y cargadas de riesgo- en el mundo de la ficción. Pero la revolución más importante es la del consumidor: el espectador es un ciudadano informado, exigente e impaciente. Tiene muy claro lo que quiere y sabe cuándo y cómo le apetece consumirlo. Nuestra obligación, como actores de esta industria audiovisual, tecnológica y cultural, es ponérselo fácil”.

En este contexto de cambio, planteamos una serie de tendencias que, sin ánimo de ser exhaustivos, están reconfigurando el panorama de la información audiovisual:

1. Se consolida la cuarta pantalla.

A la televisión, al cine y al ordenador (las tres pantallas tradicionales) les ha salido un fuerte competidor: el móvil. Vídeos, noticias, anuncios, series y películas se consumen en cualquier parte gracias al móvil. De hecho, ya se producen contenidos exclusivos para móviles, una tendencia que irá en aumento. En 2020, según datos de Cisco, el 80% de los contenidos que se generen en internet serán vídeos. El vídeo para ser consumido en los móviles es breve e integra todo tipo de contenidos: información, juegos, publicidad, entretenimiento, etc. Las piezas para móviles también exigen una narrativa propia, compuesta por planos más cortos, con pocos movimientos de cámara y rótulos, de modo que puedan entenderse sin escuchar el audio. Incluso surgen informativos exclusivamente producidos para ser consumidos en el móvil, como es el caso de “Stay Tuned”, de NBC News en Snapchat.

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2. Crece la espectacularización de los contenidos.

El tratamiento de la actualidad se somete a los dictados de la televisión espectacular, donde predominan los despliegues ante los grandes acontecimientos (elecciones, olimpiadas, efemérides, catástrofes…) y la cobertura múltiple de las noticias que atraen a la opinión pública (atentados, conflictos políticos, desastres naturales, competiciones deportivas). Se incrementa la espectacularización, mediante la personalización de los temas, el uso de directos innecesarios o el mayor protagonismo de los periodistas, y también en la forma, a través del impacto de las videopantallas, las conexiones múltiples y los efectos de edición que repiten las secuencias hasta la saciedad. A menudo, este despliegue informativo sirve para mostrar el “poderío” y los recursos del canal, pero no necesariamente se traduce en una cobertura de mayor calidad.

image alt text Conexión múltiple con hasta 12 periodistas realizada por TVE para cubrir un temporal.

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Conexión múltiple con 25 periodistas realizada por un canal de Atlanta (Estados Unidos) para cubrir un temporal.

3. Predominan los contenidos de infoentretenimiento.

Se trata de una tendencia que fusiona información y entretenimiento a través del drama, la apelación a las emociones y el recurso a piezas de contenido intrascendente. Los informativos se vuelven cada vez más entretenidos, pues buscan mantener enganchado al espectador a toda costa.

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Este fenómeno afecta tanto al lenguaje como a la estructura y contenido de los noticiarios. Entre sus principales rasgos destacan: descontextualizar la información; la personalidad de los presentadores; la emotividad; la dramatización de los personajes; el uso del lenguaje expresivo; el incremento de declaraciones de testigos frente a las fuentes expertas; y las conexiones en directo no justificadas por su importancia. Diversos estudios muestran cómo ha aumentado el infoentretenimiento en las televisiones en los últimos años. Por un lado, los editores apuestan por contenidos superficiales, que abordan la vida de los famosos, los sucesos, las imágenes dramáticas, los espectáculos y las curiosidades. Por otro, se fomenta un estilo distendido y coloquial, que incluye el intercambio de bromas o diálogos intrascendentes entre los presentadores.

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4. La tecnología dinamiza la producción y presentación de los informativos.

En nuestro país, los noticiarios a menudo imitan el estilo de los formatos norteamericanos, con la incorporación de platós interactivos, la abundancia de efectos de postproducción o el incremento del ritmo y movimiento en los planos. Se apuesta por el diseño virtual y multipantalla, mediante la incorporación de la escenografía virtual, decorados digitales, videopantallas, infografías y grafismo interactivo. Esta creciente tecnificación de la producción provoca que los informativos sean más ágiles, con mayor capacidad de adaptación a las necesidades de cada cobertura.

Los cambios formales y las innovaciones tecnológicas deberían servir para facilitar que los espectadores comprendan mejor lo que pasa en el mundo. Para ello, varias redacciones de informativos están experimentando con el uso de drones, realidad virtual, realidad aumentada, robots e inteligencia artificial. Vean por ejemplo, esta información emitida en un canal norteamericano en el plató, que permite visualizar en 3D los efectos de un tornado.

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5. Auge de los formatos factuales.

El género factual alude a aquellos reportajes basados en un tratamiento “blando” de la realidad, con productos como Callejeros viajeros, En Tierra hostil, Comando actualidad, En el punto de mira, Fuera de cobertura o España Directo (con todas sus variantes autonómicas). Muchos de estos programas se fundamentan en reporteros que “viven” en primera persona determinados hechos y los muestran durante su desarrollo. La interacción del reportero con los distintos personajes permite una mayor involucración en las historias: la cámara muestra de primera mano lo que sucede. De este modo, predomina un estilo documental que refuerza la sensación de verosimilitud, al tiempo que conecta con los intereses del espectador. Sus protagonistas suelen ser personas corrientes, que viven situaciones cargadas de interés humano.

image alt text Equipo de “En el punto de mira” (Cuatro)

En definitiva, aunque no dejan de incorporar cambios, los informativos necesitan reinventarse como formato para adaptarse de lleno a las nuevas realidades del ecosistema actual. Varias televisiones están dando pasos en este sentido, pero no es suficiente. Los profesionales y directivos han de plantear cambios en profundidad si no quieren volverse pronto obsoletos.

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