Pere Rusiñol, una apuesta por el periodismo independiente
Redactor de El País más de diez años. Adjunto a la dirección de Público otros cuatro. Colaborador actual de eldiario.es. Pere Rusiñol ha pasado por las aulas del Máster en Innovación en Periodismo de la Universidad Miguel Hernández de Elche para hablar de las revistas Mongolia y Alternativas Económicas y los nuevos modelos de comunicación creados y controlados por periodistas.
¿Cuáles son las claves del éxito de Mongolia y Alternativas Económicas?
Son revistas independientes, sin condicionamientos ideológicos o económicos, controladas por los periodistas que las hacemos. Seleccionamos y trabajamos los temas que consideramos de interés periodístico con total libertad, y eso no es posible en los medios tradicionales porque el sistema financiero controla la mayoría de los grupos. Este contexto mediático permite abrir espacios de periodismo independiente. Por fortuna, hay ciudadanos críticos que demandan, consumen y valoran este tipo de medios.
¿Cómo se sostiene el periodismo independiente?
La base del periodismo es la credibilidad y la confianza. Los grandes medios o están tomados por la banca o se deben a sus anunciantes, que son cada vez menos y más poderosos, y por tanto tienen que estar bien con ellos. Nosotros queremos ser sostenibles con la confianza de los lectores, de quienes pagan por tener información. Para eso, necesitamos ser independientes, no les podemos fallar. Hacemos periodismo independiente y la gente lo valora, demuestra que está dispuesta a financiarlo en un contexto con multitud de medios gratuitos que, sin duda, alguien paga.
¿Qué están haciendo mal los medios tradicionales?
Lo tienen muy difícil porque son medios industriales pensados para otro mundo, que se viene abajo sobre todo por los excesos que tuvieron en la época de la burbuja, cuando acumularon grandes deudas y sus acreedores se convirtieron en sus dueños. Si los medios son propiedad de la banca, no podemos esperar que fiscalicen la banca. Todos los temas que tendrían que ser objeto de investigación periodística en estos momentos tienen que ver con la banca, así es difícil que puedan ser los mejores instrumentos de análisis.
“Hay mucho margen para experimentar y lanzar medios bajo el control de los propios periodistas”
Entonces, ¿la revolución no es posible?
No hay ninguna posibilidad de revolución en los medios tradicionales porque nadie va a actuar en contra de su propietario. Además, a los medios tradicionales les queda poco recorrido, no tanto por la transición digital sino por la falta de credibilidad asociada a un cambio en la propiedad que hace que sea muy difícil el periodismo. Y este proceso es irreversible.
Dices que en los medios tradicionales no hay futuro. ¿Qué plan propones?
Asumirlo cuanto antes y explorar todas las oportunidades que se generan como consecuencia de la división de los medios tradicionales. Antes era más difícil, pero ahora es un momento excepcional para crear, hay mucho margen para experimentar y lanzar medios bajo el control de los propios periodistas.