La Ley de Transparencia, una oportunidad para hacer mejor periodismo
Hasta finales del año pasado, España era el único país de la Unión Europea con más de un millón de habitantes que carecía de una Ley de Transparencia propia. Y si bien es cierto que la nueva ‘Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de Transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno’ ha permitido el acceso por parte de ciudadanos y periodistas a algunas informaciones, parece que ésta sigue siendo insuficiente. La entrada en vigor de dicha ley se produjo el 10 de diciembre de 2014; su reglamento se hizo público el 10 de mayo de 2015. Por otra parte, se prevé que a finales de 2015 las Comunidades Autónomas y las entidades locales se incorporen a la ley. El profesor Antonio Delgado, con quien hemos hablado en otras ocasiones, aseguraba en las III Jornadas de Periodismo de Datos que la vigencia de la nueva ley implica que “la cantidad de datos y de información se va a multiplicar” y defiende que posibilitará un mejor periodismo ya que habrá “mucha información exclusiva extraíble de fuentes abiertas”.
El RTI Rating (Clasificación de Derecho a la Información, por sus siglas en inglés) sitúa a España en el puesto 73 de 150 en nivel transparencia. El informe analiza la calidad de las legislaturas de transparencia de los países europeos en función de determinados indicadores. Mar Cabra, una de las principales periodistas que reivindicó la necesidad de esta Ley cuando no existía, explica que los efectos de la Ley de Transparencia se irán notando de manera progresiva; en este sentido, cabe destacar que el número de peticiones desde que entró en vigor la nueva ley ha sido mucho menor de lo esperado.
Antonio Delgado justifica el bajo número de solicitudes por la dificultad de uso del Portal de Transparencia: “No todo el mundo sabría utilizarlo, sólo los que tienen buen manejo de las nuevas tecnologías”. Son varios los organismos nacionales e internacionales que han solicitado modificaciones en el portal para hacerlo más accesible, entre ellos Access Info, quien envió una carta a la Defensora del Pueblo a la que ésta contestó reconociendo que el portal “podía tener un efecto disuasorio” a la hora de solicitar información. Otro de los motivos por los que el número de peticiones de información ha sido mucho al inferior del esperado, explica la periodista Mar Cabra, es el desconocimiento de la norma por parte de ciudadanos y periodistas. En marzo de 2015, el Gobierno realizó una campaña publicitaria destinada a incentivar el uso del portal; sin embargo, apenas tuvo impacto por el escaso presupuesto destinado.
Los periodistas deben sacarle partido al Portal de transparencia: una de sus grandes ventajas es que permite obtener exclusivas. La publicación de contenidos propios da prestigio a los medios de comunicación; cuando se solicita información a través del Portal, las peticiones son públicas pero la respuesta sólo la recibe el demandante. Un buen uso del Portal de Transparencia, según Daniele Grasso, periodista especializado en datos en El Confidencial, implica publicar informaciones que se salgan de la agenda de los medios; pueden, incluso, cambiar la agenda política. El objetivo, a fin de cuentas, es obtener información de interés ciudadano y contribuir en que el periodismo recupere su función de servicio público.