Soluciones a los anglicismos más cool del periodismo digital (I)
La comunicación en Internet es cada día más anglófona: desde nuestra actividad online hasta los social media, pasando por el storytelling. La moda cool ha calado fuerte en todos los sectores que viven la transformación digital. Y el periodismo no es una excepción.
El léxico anglosajón se adopta y se reproduce como propio. Sus conceptos están tan arraigados a la cultura mediática que, en ocasiones, ¡ni siquiera se escriben en cursiva! Hemos otorgado poder a esos conceptos; nuestras habilidades y nuestro perfil ya no suenan profesionales si no los pronunciamos con encanto anglosajón, con postureo idiomático.
La RAE ya se ha pronunciado al respecto de los anglicismos en la publicidad. ¿Compraríais unas gafas de sol blind effect? Suena cool, pero no parece muy práctico lucir unas gafas que te dejan ciego por completo.
Todos sabemos que se abusa de los anglicismos en el mundo de la mercadotecnia (sí, el marketing) . Pero hablemos de anglicismos en el periodismo. ¿Sufrimos los periodistas hispanohablantes un blind effect ante una neo-colonización a través del lenguaje y la cultura digital?
He identificado los anglicismos del periodismo en internet mas cool acompañados de soluciones en castellano. No se trata de rechazarlos, ni sustituirlos siempre. Simplemente…
Big Data: Es la gran “masa de datos” que se genera día a día a través de la red y los dispositivos conectados, también a las herramientas disponibles para su análisis. Sirve como materia prima del periodismo de datos, aunque es un concepto que se aplica en muchos otros sectores. En castellano podemos decir “datos masivos”, “macrodatos” o “datos a gran escala”.
Branded content. Es una modalidad de contenido patrocinado, comunicación de marca (branding). Unos lo aman y muchos lo odian, pero lo cierto es que es una forma curiosa de reinventar la publicidad y también una de las vías de ingresos para el periodismo. En castellano podemos hablar de “contenido de marca”.
Copy paste: (Ctrl + c) + (Ctrl + v). Hasta los mejores periodistas lo hacen alguna vez. Esta práctica extendida no tiene por qué ser anglófona: “copipega” y “copipegar” ya son neologismos válidos. Ídem con “cortapega” y “cortapegar”.
Freemium. Es un modelo de ingresos usado en muchos diarios que combina un servicio free con la opción servicios de pago premium. Su traducción es todo un reto: ni la Fundeu, ni la RAE, ni los traductores Google o Linguee dan respuesta. Sin embargo, el concepto generó un curioso debate en el Foro TIC del Centro Virtual Cervantes con soluciones como “gratis parcial”, “librepago” o “servicio cebo”.
Gamificación: Es un calco de gamification: el uso de recursos propios del juego en entornos no lúdicos. La gamificación en periodismo ya existía mucho antes de internet, pero la revolución digital ha creado un nuevo “campo de juego” todavía por explorar. En castellano resulta preferible ludificación (de la raíz latina ludus).
Hashtag: Mi abuela sabe lo que es un hashtag, lo que no sabe es que viene de hash (almohadilla) y tag (etiqueta). Si el contexto es internet, basta con referirse a “etiqueta” o “almohadilla” para hacerse entender.
Mobile First: Alude a la filosofía de los medios para adaptar su estrategia al auge de los dispositivos móviles. Este asunto vertebró las XI Jornadas Internacionales de Innovación en Periodismo. Resulta adecuado usar “Prioridad móvil”, “Móvil primero” o cualquier otra combinación de conceptos acordes.
Newsletter: Todos recibimos varias en nuestro correo electrónico. ¿Por qué no hablar de “boletín electrónico”?
Post. Dícese de una publicación en un blog o red social. Podemos usar “entrada” en un blog, “artículo” para contenidos en otras webs o de mayor extensión, “publicación” si el texto se publica en una plataforma 2.0 como Facebook. ¿Has pensado en llamarlo según su género? En ocasiones se publican reportajes, entrevistas, crónicas, análisis… ¡y también lo llaman post!
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Responsive: Viene del Responsive Web Design (RWD), el concepto que da título al libro de Ethan Marcotte sobre la adaptación de las páginas web según el dispositivo donde se visualizan. Podríamos hablar de “diseño web responsivo”, pero sería un false friend, pues algo “responsivo” sólo es algo que ofrece una respuesta (como todos los sitios web). La mejor opción es “diseño web adaptativo”.
Slow Journalism: Periodismo sin las cadenas de la inmediatez, sin importar la extensión, con la filosofía de Azorín o Kapuscinski. Se trata del “Periodismo lento” o “Periodismo reposado”. Mi compañero Vicente Coves ya analizó el fenómeno en “La apuesta por el periodismo lento” (Slow Journalism).
Story-telling: Es lo que llevamos haciendo los periodistas toda la vida, la práctica ancestral de la profesión: contar historias. En castellano, las historias se narran, se relatan o se exponen. Podemos decir “narrativa”, “relatos” o, si los caracteres no son un problema, “el arte de contar historias”.
Transmedia: La narrativa transmedia es aquella que cuenta una historia a través de distintas plataformas o formatos. En el MIP aprendimos mucho al respecto con Miriam Hernanz, directora del RTVE Lab. Podemos hablar de narrativa “transmediática”, “transmedios” o “multiplataforma”, siempre que se trate de una historia.
¿Conoces más anglicismos? ¿Neo-colonización o evolución del lenguaje? Participa y debate con tus comentarios o con la etiqueta #AnglicismosCool. En la segunda parte del artículo hablaremos del engagement, los influencers y otros anglicismos en periodismo digital centrados en los protagonistas del universo 2.0: los usuarios.