¿Quién dijo que el papel estaba muerto? La expansión tranquila del ‘periodismo lento’
En 2015 este blog analizaba el resurgir del ‘periodismo lento’, ya que no todo en internet es sinónimo de breve e instantáneo. La etiqueta de ‘lento’ designa una práctica tan vieja como el propio periodismo: investigar en profundidad y narrar con intencionalidad estilística, ofreciendo información rigurosa, creativa y de calidad. En la actualidad, cuando muchos se sienten ahogados en un océano digital inundado de contaminación, ruido y consumo compulsivo, florecen diversos medios impresos que ofrecen información reposada en nichos específicos. ¿Quién dijo que el papel estaba muerto? Hablamos de publicaciones como GTM, Manual y Salvaje. Tomen asiento y disfruten.
El investigador José María Albalad, autor de Periodismo slow. O cómo se cuecen las historias en los fogones de Anfibia, Narratively y FronteraD, reivindica a los periodistas que se dedican a elaborar contenidos para una lectura reposada, ajena a la tiranía de la inmediatez y la constante actualización. “Existe un revitalizado periodismo de producciones lentas y consumo reposado que contrarresta la fugacidad de la última hora y demuestra falsa la ecuación que equiparaba periodismo en Internet con instantaneidad”, señala Albalad en una entrevista. Sin embargo, admite que “las revistas de periodismo narrativo siguen siendo un producto de lujo y marginal: luchan por convertirse en un negocio rentable, pero aún no lo logran”. Los modelos que Albalad analiza en su libro -FronteraD, Anfibia y Narratively- diversifican los ingresos mediante eventos, patrocinios, publicidad, publicación de libros en papel, actividades formativas, campañas de crowdfunding y donaciones.
FronteraD, fundada por el periodista Alfonso Armada en 2009, ofrece “un periodismo narrativo o literario, riguroso y apasionado” en el que “investiga en profundidad y narra con intencionalidad estilística”. Su lema es ‘Una revista para estimular la inteligencia’.
Narratively surgió en septiembre de 2012 mediante una campaña de crowdfunding para contar historias cotidianas sobre Nueva York. Desde marzo de 2013 abrió su enfoque a todo el mundo, pero mantiene su espíritu original centrado en las historias cercanas. Para financiarse, creó Narratively Creative Group, una vía de negocio paralela que presta servicios de comunicación comercial a empresas, entidades sin ánimo de lucro y ONGs.
La revista argentina Anfibia, vinculada a la Universidad Nacional de San Martín, arrancó en mayo de 2012 con piezas elaboradas a cuatro manos entre periodistas, narradores, investigadores y expertos que escriben artículos de largo recorrido. Cuenta con exigentes editores que aseguran la calidad de los contenidos y despliegan una amplia labor formativa.
José María Albalad argumenta que entre el trasiego y la fugacidad de las noticias en tiempo real “florece el periodismo sobre los hechos cotidianos, que cuenta lo que está sucediendo en nuestras comunidades y en cualquier parte del mundo”. El periodismo lento le exige al lector un poco de tiempo y la voluntad de leer más allá de los primeros tres párrafos. A cambio, le aporta reflexión y un contexto muy valioso.
Numerosos ejemplos como la revista Yorokobu, fundada en 2009, Jot Down y Panenka, ambas creadas en 2011, Revista 5W, basada en un periodismo que reivindica “ir a los sitios y escuchar”, o la estadounidense Delayed Gratificaction, que también surgió en 2011, simbolizan la consolidación del periodismo lento. Otro clásico es Líbero, una revista trimestral sobre fútbol lanzada en junio de 2012 por dos extrabajadores del diario ‘Público’, Óscar Abou Kassem y Diego Barcala. Ambos periodistas apuestan por “culturizar” este deporte mediante “un punto de vista diferente cargado de “nostalgia, moda, cultura y relatos, sin gritar, con buen gusto y profundidad”. Por su parte, Volata cuenta historias sobre ciclismo desde 2014. La iniciativa incluye una revista trimestral, una web, un club ciclista y una librería-cafetería. Se definen como “un proyecto interdisciplinar dedicado al mundo de la cultura, la competición y el viaje alrededor del ciclismo. Apostamos por ralentizar el ritmo, por la reflexión, la contemplación, el espíritu crítico y el periodismo”.
La tendencia continúa creciendo en el ámbito internacional. El nativo digital danés Zetland se consagra como uno de los medios más innovadores en este tipo de contenidos reposados. La británica Tortoise, creada en abril de 2019 mediante una campaña de crowdfunding, se vanagloria de “haber construido un tipo de redacción diferente, más lenta, con noticias más sabias, sin ruido”. Por su parte, el New York Times anunció en 2020 una nueva edición de Headway, una iniciativa que se compromete a publicar entre 10 y 12 artículos al año dedicados a investigar asuntos económicos, medioambientales o sanitarios y aportar una mirada más profunda.
En el panorama español, analizamos tres publicaciones lanzadas en los últimos años -GTM, Manual y Salvaje- que representan esta tendencia.
Games Tribune Magazine (GTM) es una revista mensual sobre videojuegos disponible en papel y en digital publicada por GTM Ediciones C.B., que funciona mediante suscripción, sin publicidad. En enero de 2016 la revista comenzó una nueva etapa con un equipo completamente renovado, dirigido por Juan Tejerina. En enero de 2017 incorporó la Golden Line, una portada elaborada por un artista, que forma parte de las que los suscriptores pueden elegir todos los meses. GTM incluye reseñas de videojuegos, sagas, novedades, debates, entrevistas, reseñas de obras literarias y perfiles sobre miembros de la industria. En 2019, la empresa financió mediante crowdfunding la publicación de GTM DX Final Fantasy: Cristales y Guerreros de La Luz, un libro ilustrado de 300 páginas que recorre la serie de Square Enix. En 2020 inició una nueva vía de negocio sobre libros de arte: GTM Ediciones C.B. ha producido The Art of Blasphemous, el libro con el arte oficial del juego The Game Kitchen y The Art of Summer in Mara.
Su director, Juan Tejerina, constata que no existen atajos hacia el éxito ni fórmulas mágicas. “Tienes que ir mes a mes haciendo las cosas conforme a lo que crees”, señala en una entrevista publicada en Nudomedia. Según Tejerina, la consolidación de GTM se basó en el boca a boca de sus propios suscriptores y la constatación de que son fieles a sus principios de honestidad informativa y no admiten publicidad ni presiones de las empresas de videojuegos. Así lograron introducirse en el mercado y ganarse la confianza de los lectores: “Se trata de ser fiel y no traicionar a tus bases. Es muy fácil decirlo, pero es muy complicado hacerlo. Porque obviamente, llegados a un punto, han venido ofertas a GTM que querían comprar una página por 15.000€. 15.000€ me solucionan la nómina de muchas personas. Pero tienes que decir que no. Si dices que sí estás vendido. Después de haber estado en El Mundo, ABC y Expansión, te das cuenta de que no hace falta tener a una gran empresa detrás para ofrecer tu nuevo medio, siempre y cuando tengas los conocimientos profesionales necesarios”, señala Tejerina.
Manual es una revista de videojuegos lanzada en enero de 2018 por Dolmen Editorial con tres áreas perfectamente delimitadas: entrevistas, reportajes y artículos de opinión. La dirección corre a cargo del periodista y escritor Nacho Requena. Cada ejemplar incluye cuatro entrevistas, cuatro reportajes y doce artículos. Se publica dos veces al año, en enero y julio, con unas 200 páginas en papel de calidad. Manual no tiene análisis, avances, noticias de actualidad, ni guías de compras. Tampoco publica portadas dedicadas a los personajes del mundo de los videojuegos. Su lema es “somos más de personas que de personajes”, por lo que los protagonistas siempre son profesionales involucrados en las producciones, desde un diseñador hasta una actriz de captura de movimiento, pasando por programadores, músicos, artistas y trabajadores de todos los ámbitos.
Nacho Requena explica en Nudomedia que “Manual toca campos muy transdisciplinares, igual que el videojuego. Así que es de vital importancia contar con profesionales en esos campos. Si vamos a hacer un reportaje histórico, la persona que tiene que cubrirlo es un historiador”. Este enfoque denota una intención más allá del entretenimiento, próxima a la divulgación científica. “Aunque Manual no es una revista académica, siempre lo diré, sí es pseudoacadémica”, subraya Requena, ya que “una vez el profesional trate ese campo, somos los propios periodistas los que corrigen, lo editan y le damos una consistencia y coherencia textual”.
Revista Salvaje nace en julio de 2019 para “incitar a los lectores a salir al campo” y desconectar de la “civilización hipertecnológica y sobreinformada”, según explica su director y fundador, Guillermo López. Para ello, junto con otros dos socios, María Eugenia Redondo y Luis Torres, lanzaron una campaña de financiación colectiva con la que recaudaron 53.000 euros. La idea de Salvaje nació en Estados Unidos, cuando López constató que los norteamericanos “viven mucho la naturaleza y se sienten orgullosos de ella”. Sobre el por qué una publicación en papel en plena época digital y móvil, su director subraya que los promotores de Salvaje llevan más de una década en medios digitales y ahora retornan a un soporte y a una lectura más reposada. Es una respuesta a “la deriva en la que han ido cayendo la mayoría de los medios” que, según López, “viven obsesionados con aumentar el número de clics”. Por ello, en Salvaje “combaten la rapidez de internet con reportajes extensos de lectura reposada y reflexiva, para profundizar”. La revista promueve una red de “corresponsales rurales” en cada comarca o provincia para “evitar la tentación de escribir desde la ciudad para el campo”.
La suscripción anual incluye cuatro números de la publicación acompañados del suplemento infantil Salvajito. “Nos dirigimos a las personas que todavía no tienen afición por la naturaleza, para sacarles de sus rutinas y del enganche digital que tenemos. Hablamos de todo lo que está ocurriendo fuera de las ciudades”, dice Guillermo López en una entrevista en Yorokobu. López cita como ejemplo la artesanía, los parques naturales, la crianza en el entorno rural, el arte, los deportes, la influencia de la naturaleza en la salud, las leyendas, las tradiciones… Salvaje quiere alimentar las ganas de salir al campo y disfrutar de la naturaleza, desde un enfoque optimista. “Queremos proponer soluciones. Que se explique por qué la gente no se quiere quedar a vivir en el campo, que se expliquen las consecuencias del abandono de la naturaleza”, apostilla Guillermo López.
La crisis del mercado de la comunicación, la dictadura del clickbait y la saturación de información digital favorecen que determinados productos periodísticos de calidad, con distribución en papel, cosechen el aprecio de muchos lectores. Por ejemplo, los suscriptores de la revista Líbero encuentran entrevistas pausadas a futbolistas y ex-futbolistas, historias emocionantes, aficionados al fútbol del mundo de la cultura, excelentes fotografías y torrentes de originalidad. “Nuestros suscriptores reciben con mucha ilusión cada ejemplar en el buzón. Lo abren con la ilusión con que un niño abre un sobre nuevo de cromos. La clave es no decepcionar esa ilusión y ofrecer un producto de calidad. Si le damos la liturgia del periodismo independiente y después le dedicamos un número especial a Javier Tebas, no nos lo perdonaríamos”, explica Diego Barcala, fundador de Líbero, en Kodromagazine.
En su libro, Jose María Albalad ofrece propuestas concretas para desarrollar un medio que apueste por el periodismo lento:
-Contar con una estructura reducida y versátil. Procurar que un profesional experimentado esté al frente de cada área del medio: periodística, empresarial, tecnológica y marketing.
-Ofrecer contenidos que los lectores no encuentren en otro lugar; potenciar la máxima especialización en el nicho concreto y aportar un valor diferenciador respecto a la competencia.
-Crear comunidades de lectores que se sientan parte de la iniciativa, fomentando el engagement y el diálogo con sus públicos en las plataformas y redes sociales. Mantener una actitud de escucha activa.
-Diversificar las vías de ingresos sin sustentar el modelo de negocio en la publicidad. Apostar por iniciativas de crowdfunding, suscripción, patrocinio, merchandising, filantropía, eventos, formación, branded, etc., además de la compra del ejemplar impreso.
Albalad sostiene que en un contexto de “gran polarización, con noticias falsas y conflictos de interés, un medio de comunicación, más que un negocio, debería ser un proyecto social, que aspire a la autofinanciación con el objetivo de servir a la sociedad”.