Pepe Diario, el hombre orquesta del periodismo deportivo independiente
En un posible diccionario sobre periodismo, si buscáramos la entrada “hombre orquesta”, encontraríamos la foto de Pepe Rodríguez. Un hombre orquesta con acento asturiano que ha hecho de su pasión, hablar de deporte, un negocio rentable con una comunidad detrás no menos apasionada que él. Asegura que la única métrica que le importa es la cuenta que marca su banco al final de cada mes. Sin un modelo de negocio previo, el éxito del podcast deportivo de Pepe Diario solo se entiende si se quita el foco en gráficas y cuentas de resultados y se pone en aquello que le da verdadero sentido: Pepe Rodriguez. En su relato está su secreto.
El origen del hombre orquesta
Pepe Rodríguez, o Brasín, como le conocen desde su Asturias natal, comenzó en periodismo por impulso. Sin pasar por la universidad y por diversas circunstancias vitales se inició en este mundillo como corresponsal de La Nueva España en la comarca de Cangas de Narcea. Desde entonces, Brasín nunca dejó de hacer un pequeño programa de radio sobre deporte estadounidense, llamado ‘Sillonbol’ (45 minutos semanales) que publicaba en su blog.
Tras esa primera experiencia, Pepe se traslada a Madrid para formar un equipo especializado en la NBA y NFL en Diario As. Asegura que fue su etapa más feliz y un momento clave en la génesis y consolidación de su proyecto actual. “La imagen de As me ayudó a dar a conocer mi programa y a entrar en una comunidad que luego fue fundamental para consolidar Pepe Diario. Sin ese paso previo no hubiera podido levantar Pepe Diario tan rápido como lo hice”, reconoce.
Años después, con ese equipo especializado sufriendo bajas y desatención, Pepe Rodríguez mueve ficha. “¿Realmente el programa de radio puede sostenerse solo?”, se preguntó durante sus vacaciones en 2018. Creó una página web y diseñó el programa que conocemos ahora. Desde el principio tuvo decidió crear un muro de pago cerrado de 3 euros mensuales por todo el contenido diario y la fonoteca previa. En ese primer mes obtuvo 900 suscriptores. En septiembre de ese año volvió al Diario As y dijo que lo dejaba. Desde entonces, Pepe se dedica en cuerpo y alma a un proyecto que se mantiene estable con un crecimiento lento pero sostenido.
Ahora, con la foto de Pepe bien tomada, enfocada y enmarcada, es más fácil comprender qué es Pepe Diario, qué ofrece y por qué ofrece lo que ofrece.
El hombre orquesta no toca canciones de amor
Pepe Diario es un pódcast de información deportiva especializada.
El programa cuenta con tres partes en función del contenido:
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PepeFútbol: 45 minutos de información sobre fútbol nacional e internacional. “Fútbol en un sentido universal, con peso de todas las grandes ligas y los grandes equipos. En el podcast se habla del máximo nivel mundial, en general, en cada competición.”
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PoliPepe: 45 minutos de información polideportiva. “Se habla de baloncesto FIBA, rugby, todo lo que tenga que ver con el motor con especial incidencia en la Fórmula 1, golf, tenis, ciclismo, boxeo y cualquier asunto que sea de interés en cada momento dado”.
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PepeYanki: 45 minutos de información sobre deporte norteamericano. “La heredera directa de Diario de As América. Las cuatro grandes ligas, NFL, NBA, MLB y NHL, el mundo universitario de la NCAA, los avances de la MLS, los drafts, las agencias libres, los playoff”
Tanto el orden como la duración de cada parte varía en función de la actualidad. En un tono distendido y charlado, Pepe Rodríguez afronta cada segmento con naturalidad y dando paso sus colaboradores. En realidad, hace lo que le apetece y eso es lo que espera su comunidad de él.
Los instrumentos del hombre orquesta
El hombre orquesta despliega muchos instrumentos, pero cuenta con algunos apoyos. Los colaboradores por cada sección son especialistas en cada tema y funcionan como una réplica perfecta para el estilo estilo charlado y ‘tertuliado’ del programa. Estas voces proceden de otros medios especializados y no cobran por sus apariciones. Son recurrentes pero no fijos. La lista de nombres, que es extensa, incluye a David Timón, Alain Valnegri, Guillermo Ortiz Mario Maruenda y Eloy Entrambasaguas, entre otros.
El desarrollo de su página web, con el muro de pago propio y el alojamiento de todos los programas realizados hasta la fecha (archivo al que puede acceder cualquier suscriptor) y la generación de un feed privado para escuchar los programas en agregadores de podcast independientes, son elementos clave en su relación con sus usuarios. Ha sido lo más complicado del proceso, confiesa. Es una parte que no se ve pero que fue fundamental para que arrancara Pepe Diario. Él asume que no sabe de muchas cosas y se puso, desde el principio, en manos de profesionales.
El hombre orquesta no busca la ovación
Como el hombre orquesta cuando levanta la pierna izquierda hace sonar unos platillos y al mover el brazo derecho retumba el tambor que carga a la espalda, el programa se comporta como se comporta Pepe. Por un lado, no cree en los usuarios como una comunidad a la que hay que transformar en socios militantes y cómplices. De ahí su decisión de hacer un muro de pago cerrado y fijo. Sí establece contacto por redes sociales y ahora también por Twitch pero no les pide que se suban al barco de Pepe Diario. Lo considera poco menos que pedir limosna. Posición que contradice, en alguna medida, la tendencia de la industria a escuchar los deseos de la audiencia (Tejedor, S., Ventín, A., Cerví, L., Pulido, C. & Tusa, F. 2020). Aunque es curioso que tiene una dependencia económica, casi exclusiva, de esos usuarios. Circunstancia que sí responde a la tendencia de los medios nativos digitales (Carvajal-Prieto, M., & Valero-Pastor, J.M. 2018).
Una cosina:
— Pepe Rodriguez (@PepeBrasin) January 9, 2021
No me gusta ver partidos haciendo caso a twitter. Mucho menos de NFL. Ni os cuento de los Bills. Y si es de playoffs ya lo flipas.
Así que cierro ya. Hasta el final del partido (y veremos) no os leeré. No es mala educación ni desprecio, que lo sepáis. Besos.
Pero para darle la palabra a su comunidad, además de Twitter, Pepe ha desembarcado en Twitch. Y lo ha hecho porque le apetece. Y al parecer, a su comunidad también le apetecía. Desde septiembre de 2020, cuando abrió su canal de Twitch, su presencia ha ido variando y enriqueciéndose. Esta red demanda dedicación y Pepe lo sabe. Articula algo así como un consultorio diario después de su programa para responder las preguntas de los usuarios. Además, también comparte partidas de carreras de coches con su audiencia, por ejemplo. Al final, hace lo que siempre ha hecho, hablar de deporte. Y su estilo es único.
La competencia es grande, atomizada y dispersa, con alto grado de conocimiento en cada deporte del que hablan: “No me da la vida para escuchar a mi competencia así que no me fijo mucho, no, la verdad; aunque, es probable que los conozca a todos, aunque no pueda escuchar sus programas”, asegura. Pero no los ve como rivales. Así como él recibe la colaboración de muchos de ellos, él participa en programas, medios y podcast que le reclaman. Aquí sí se parece a una relación parecida a la de una comunidad. Son una especie de familia que se ayudan, que suman y no restan. Y lejos de preocuparle la cantidad de medios, se reafirma en la idea de que ese nicho tiene futuro.
Un honor y un placer. https://t.co/etNrjHhP78
— Pepe Rodriguez (@PepeBrasin) January 8, 2021
Cuando el hombre orquesta no lee las partituras
El hombre orquesta está más preocupado por mantener el ritmo y el movimiento que apenas se fija en la partitura, si es que alguna vez la tiene delante. El caso de Pepe Rodríguez plantea un dilema interesante. Es algo así como el éxito del (no) modelo de negocio. Parece que la intuición ha resuelto muchos de los problemas que se ha ido encontrando Pepe a la hora de crear este proyecto. Como si diese la impresión de que esta mirada analítica, de negocio e incluso académica que estamos realizando solo hiciera falta desde un punto de vista quirúrgico, para ver el funcionamiento de algo que ya funciona y no desde la perspectiva activa, de generación de iniciativas interesantes. La conclusión tras el análisis es que Pepe sí tenía un modelo de negocio aunque él no es del todo consciente. Están todas las partes del modelo y todas están, en mayor o menor medida, reflexionadas. Quizás el instinto ha evitado que mire ciertas estadísticas que le habrían podido ayudar o que le pueden ayudar a partir de ahora.
En cualquier caso, Pepe Diario es rentable. Y lo es casi desde el principio de su andadura, en parte por el trabajo, invisible pero fundamental, de creación de marca e identidad. Cerró 2020 con más de 1500 suscriptores. Sin embargo, salvo el reciente y escaso ingreso de las suscripciones del canal de Twitch, Pepe Diario no tiene más fuentes de ingresos. Cuando el periodismo se encuentra en la búsqueda de la diversificación (Tejedor, S., Ventín, A., Cerví, L., Pulido, C. & Tusa, F. 2020) de las mismas para sostener los modelos de negocio, Pepe Diario está apostando por sus suscriptores. Pepe no se ha planteado abrir nuevas formas de ingresos activamente.
Pepe Rodríguez ha conseguido que la gente no solo escuche sino que se fije en el hombre orquesta. Porque poca gente se fija en el hombre orquesta. Suena su música de fondo en la plaza del pueblo y apenas recibe atenciones pero el hombre orquesta sostiene a una sinfónica sobre sus hombros, mantiene el ritmo y la melodía, apasiona con su música y forma un corro de curiosos y apasionados a su alrededor. Pepe Rodríguez, además, sabe meter goles.