Redacción periodística con herramientas de IA: para qué sí y para qué no
Las publicaciones en torno a la utilidad de la Inteligencia Artificial (IA) para la producción de contenido periodístico describen un abanico de posibilidades que facilitan la tarea de los profesionales. De hecho, desde hace ya unos años aparecen ejemplos de cómo esta tecnología se está implementando en los medios. En julio de 2023 Google presentó en EE.UU. a Génesis, una herramienta que utiliza IA y es capaz de tomar información (datos de eventos actuales) y generar noticias. Y todo esto con el panorama de fondo de la demanda de The New York Times’ a OpenAI y Microsoft por infracción de derechos de autor.
Hasta ahora se han hecho algunos experimentos sobre las capacidades de la IA para realizar rutinas periodísticas con resultados más o menos prometedores. Por ejemplo, en uno de estos experimentos se pedía al lector que diferenciara entre una crónica deportiva redactada con IA y otra redactada por periodistas. En este caso, la tecnología corría a cargo de Leorobotia y DAIL Software, creadores de un sistema de generación automática de contenidos en español bautizado como Leo. ¿Te crees tú capaz de diferenciar cuál de estos dos párrafos está escrito por una IA?
“El Real Madrid destroza con 3 goles al Atlético de Madrid, que dejó el marcador a 1 el pasado sábado. El Real Madrid comienza la jornada con 42 puntos y en la posición tercera; una buena oportunidad para alcanzar al Atlético de Madrid”.
“El Real Madrid se llevó el derbi en el Wanda Metropolitano en un choque intenso en el que el VAR fue protagonista. Los de Solari fueron superiores a los de Simeone, a los que mantuvieron bien controlados, y aprovecharon sus llegadas al área de Oblak”.
También hay multitud de casos en el panorama internacional. Por ejemplo, el experimento que llevó a cabo Sky News sirviendose de la IA Generativa de ChatGPT para crear una “reportera artificial” con el objetivo de que esta presentara posibles temas susceptibles de convertirse en noticia. El resultado fue una propuesta que, aunque correcta a simple vista, contenía algunos errores fundamentales: atribuyó hechos o explicaciones verosímiles a informes y a expertos que no existían o que no eran los adecuados.
Imagen de Robot, Inteligencia artificial y Mujer. Fuente: Pixabay.
En medio de este debate sobre las bondades y perjuicios que la IA generativa ofrece al periodismo, en este artículo me propongo señalar algunas tareas que permite llevar a cabo la IA en la producción periodística o en la propia redacción y organización de la información para determinar si realmente resultan útiles o si es preferible hacer las cosas a la vieja usanza. Para llevar a cabo este experimento particular, he tomado como herramienta principal la versión de pago de ChatGPT, la versión Plus, con un coste de unos 29 euros mensuales y que se presupone “más fiable y creativa”. Esta versión está entrenada a partir de datos disponibles hasta su última actualización (el pasado mes de abril), incluyendo libros, sitios web, artículos y otros textos. En ocasiones utiliza una herramienta de navegación para buscar información actual en internet y responder preguntas con los datos más recientes.
Además, también he realizado algunas de las tareas de las que hablo a través de la aplicación de gestión de información Notion, que incorpora herramientas de este tipo destinadas a mejorar la productividad y la organización. Entre estas se incluyen funciones para resumir contenido, generar ideas, reescribir borradores, corregir ortografía y gramática, etc. Todas ellas muy útiles para los redactores.
A continuación, resumo el resultado de mis pruebas utilizando estas aplicaciones en mi día a día. Por supuesto, los comentarios e impresiones que siguen están condicionados a mis habilidades para dominar las herramientas, por lo que puede que mi experiencia personal no cuadre con la de otras personas más acostumbradas a incorporar los sistemas de IA en sus rutinas periodísticas. A pesar de ello, espero que resulten útiles. Ahí vamos.
4 tareas para las que sí funciona la IA en la producción de contenido periodístico:
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Modo secretario. Me parece especialmente útil utilizar la función de redacción a partir de voz, a modo de dictado seleccionando el icono del micrófono. Por ejemplo, a la hora de redactar ideas, aportaciones o revisiones que luego necesito tener en versión texto. De esta manera, puedo estar centrada en el documento a revisar y a la vez dicto los comentarios al teléfono. Esto me evita estar cambiando de pantalla y, aunque luego reviso la redacción (que he de decir que suele ser muy fiel). Esta funcionalidad me facilita enormemente la concentración en lo que estoy revisando. La utilizo en las revisiones de galeradas: activo el micrófono y voy dictando las erratas que voy detectando: “Página 7, párrafo 3, el texto no está justificado” o “página 9, la imagen carece de pie de foto”. Luego selecciono y copio el texto, lo pego en un documento de Word o directamente lo envío por correo al editor.
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Pulir una información en bruto. Esta es quizá la utilidad más obvia. Se puede aplicar en todo aquello que consista simplemente en organizar el texto a partir de datos brutos. Por ejemplo, para redactar cartas rutinarias, te ofrece un texto base sobre el que posteriormente trabajar aportando el estilo y añadiendo los detalles al gusto. Solo tienes que seleccionar los datos y pedirle que lo redacte en un tono más o menos formal. En estos casos nunca menciono datos personales. Le pido que redacte con nombres ficticios y sobre el borrador trabajo y perfecciono todo lo demás. Puede ser muy útil igualmente para redacción de currículums breves o textos básicos.
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Transcripciones de audio a texto. Esta funcionalidad resulta muy útil para la primera fase de edición de entrevistas. Nunca como texto final, pero sí para obtener el bruto sobre el que empezar a pulir las ideas. Esto no lo hago directamente desde la aplicación de Chat GPT, sino que utilizo la funcionalidad de Open AI Whisper. Puede que necesites tener una cuenta en GitHub, es gratuito y el resultado es bastante decente. Además, no importa el tamaño del audio y también está pensado para generar subtítulos de vídeos. En el vídeo que te dejo a continuación se explica cómo hacerlo.
Captura de YouTube del canal de Academy TotemGuard
Yo suelo hacer un último paso: cuando ya tengo el texto transcrito le pido a la IA que le dé estructura por párrafos y mejore la redacción si detecta alguna errata.
- Crear bases de datos y tablas a partir de datos en bruto. Por ejemplo, puede resultar muy útil para hacer revisiones bibliográficas para investigaciones académicas en las que interesa clasificar diferentes artículos según si utilizan una metodología cualitativa o cuantitativa o ambas. O en el terreno más periodístico, volcar el texto de diversas noticias y pedirle que extraiga todos los nombres propios de personas que aparezcan en un conjunto de documentos podría ser una opción. También para que diseñe tablas de clasificación de ítems. En este caso que os muestro a continuación le he pedido lo siguiente: “Diseña una tabla que clasifique estas competencias de acuerdo con su idoneidad en el grado en Periodismo o en el grado en Ingeniería”.
Captura de un ejemplo de creación de tabla con IA.
Y a continuación destaco otras cuatro tareas para las que deja bastante que desear:
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Para redactar buenos titulares. Puede darte ideas, pero si quieres un buen enfoque, lo tienes que trabajar y le tienes que dirigir tanto, que al final resulta más sencillo pensarlo tú mismo directamente. Y ocurre como en el ejemplo anterior de los dos párrafos sobre la crónica deportiva que, si quieres un titular que tenga enfoque e interprete, tienes que aportárselo tú como ser humano. Seguro que la pista del “VAR protagonista” no se os ha escapado.
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Cuando se busca una redacción original y creativa. Si le pides a Chat GPT que redacte un pequeño cuento dándole pistas sobre los personajes y el argumento, te ofrecerá historias que evocan a cosas que ya se han dicho y leído anteriormente, como es lógico por su propia naturaleza. Y algo parecido ocurre cuando le pides que te ayude a crear una metáfora. Por ejemplo, si te encuentras redactando un reportaje sobre un avance científico y quieres crear una imagen mental en el lector del tipo “Descubren el GPS del cerebro” o “CRISPR, el corta-pega genético”. Cuando solicitas a Chat GPT que te proponga figuras de este tipo, lo que propone es un cliché, no llega a soluciones realmente originales o se va por las ramas. En este caso lo he probado pidiéndole que me ayude a dar con una metáfora de un microchip cerebral y me ha devuelto lo siguiente:
“Un microchip cerebral actúa como un intérprete entre el cerebro y las máquinas, traduciendo la actividad eléctrica del cerebro en comandos que las máquinas pueden entender y viceversa. Este proceso se asemeja a la forma en que un traductor facilita la comunicación entre personas que hablan diferentes idiomas”.
La herramienta nos propone la metáfora del traductor cerebral, que sin ninguna duda explica bien el funcionamiento de este sistema. Sin embargo, si buscamos noticias sobre la empresa del multimillonario Elon Musk Neuralink y su implante cerebral, encontramos que original lo que se dice original, la propuesta no es.
Imagen de un titular del diario Clarín, 31 de enero de 2024
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Para buscar fuentes expertas, porque algunas se las inventa. A veces acierta, pero otras veces mezcla nombres con áreas a las que no corresponde esa persona o adscripciones erróneas a institutos de investigación. Mucho mejor y más fiable es recurrir a bases de datos especializadas del tipo Researchgate, Orcid o buscadores de expertas y científicas como L’Agenda d’Expertes.
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Para consulta de datos en tiempo real. La herramienta de navegación integrada en Chat GPT para consultas en tiempo real es conocida como “browser” y recurre a ella para buscar información actual en internet cuando se trata de eventos recientes o datos que cambian continuamente.
Para ponerla a prueba, le he pedido a Chat GPT que me diga cuándo sale el próximo cercanías de Alicante a Elche y me ha respondido lo siguiente:
“Para conocer el próximo horario de trenes Cercanías de Alicante a Elche, te recomiendo consultar directamente en la página oficial de Renfe, ya que puede haber cambios temporales debido a obras o actualizaciones en el servicio”.
Así que me voy pitando a la estación y compraré el billete en la ventanilla hablando con un humanoide…