Mari Luz Peinado (Verne): "Nacimos con la premisa de ser un medio de información viral de calidad en El País"

“En otras épocas, exploradores, aventureros y escritores recorrían el mundo buscando lo asombroso. Hoy tenemos internet. Verne: mil maravillas por minuto”. Mari Luz Peinado es coordinadora de redacción de Verne, la sección del diario El País dedicada a explorar las informaciones curiosas que pueblan internet. Se trata de una sección que apuesta por los contenidos virales, sin renunciar a la calidad periodística.

Pregunta. Al principio Verne fue un blog, pero acabó transformándose en una web para móviles y tabletas. ¿Este cambio fue fruto de la necesidad de reinventarse o se debe a que armoniza más con la esencia de los contenidos que publicáis?

Respuesta. La idea de empezar como blog y luego transformarnos en página web era algo que estaba previsto. Empezamos como blog para probar pero el objetivo desde un primer momento era crear la primera página web con tecnología y diseño responsive de El País. Es decir, la primera web adaptable a dispositivos móviles o tabletas. Y así fue. Verne es una especie de laboratorio. Hay cosas que se han probado en nuestra página y que luego han asumido el resto de secciones de El País, como por ejemplo el diseño web responsive del que hablaba. Somos un equipo pequeño; hablamos de redes sociales e intentamos llegar a nuevas audiencias.

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P. En Verne os caracterizáis por tratar lo viral desde un punto de vista más explicativo. ¿Cómo elaboráis el contenido? ¿Qué pautas seguís en concreto?

R. Nosotros vivimos en Internet. Leemos muchísimo las redes sociales: sabemos de lo que habla la gente en Twitter, en Facebook, en YouTube… pero también hablamos con la gente de la calle y leemos el periódico todos los días. Entonces, ampliamos el radio. ¿Cómo lo hacemos? Aplicamos las mismas reglas periodísticas de toda la vida a cualquier contenido. Eso quiere decir que si nos llega una foto por WhatsApp y queremos rastrearla, llamamos por teléfono, hacemos entrevistas y confirmamos de donde sale. Eso, a veces, da lugar a titulares extraños pero siempre hay que tratar los temas con rigor. Por ejemplo, el tema de por qué los Sugus de piña son azules es algo que salió de una conversación entre nosotros. Pero, ¿cómo hicimos el reportaje? Hablando con la empresa Sugus, por supuesto. Contamos la historia, contamos que habían hecho pruebas de marketing, etcétera. Lo hacemos como si se tratara de un tema de política internacional.

P. En vuestra web y redes sociales encontramos noticias de infoentretenimiento, como que un sueco está traduciendo el nombre de todos los muebles de Ikea, y también reportajes con información rigurosa. ¿Qué tipo de temáticas se consumen más? ¿Podrías poner de ejemplo alguna pieza que haya sido un récord?

R. Te puedo asegurar que los contenidos que tienen que ver con ‘Sociedad’ son los más consumidos. Entre nuestros temas más populares están: la conciliación, los horarios o el feminismo. Las recopilaciones de tuits o vídeos no figuran entre lo más visto. El otro día hablamos de microrracismo con cuatro jóvenes españoles y eso fue lo más visto de El País. Y hablamos de gente que se los lee hasta el final. Otro de los reportajes más leídos es el del español que inventó y diseñó los helados Frigopies de los años ochenta. Es un reportaje, no es una noticia, efectivamente, pero te puedo asegurar que los reportajes así se leen mucho más que el típico viral.

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P. Entonces, ¿Verne es sobre todo una web de infoentretenimiento o de información rigurosa? Porque los usuarios pueden acabar confundiendo ambas categorías…

R. Es muy complicado y es uno de los problemas a la hora de definir Verne. Nacimos con la premisa de ser un medio de información viral de calidad, es decir, darle contexto a los virales. Las cosas han cambiado mucho en estos tres años. Ahora nuestro objetivo es llegar a gente que, por unas razones u otras, no lee El País. Nosotros nos dirigimos a un público joven, de redes sociales y móviles. Verne es una mezcla de todo y nos definiríamos como algo que consigue despertar tu curiosidad y que te gusta tanto que, lo que lees y se lo quieres recomendar a tus amigos.

“Verne se define como algo que consigue despertar tu curiosidad y que te gusta tanto que lo que lees y lo quieres recomendar”

P. ¿Cómo localizáis los contenidos virales? ¿Qué herramientas especializadas usáis?

R. Hay herramientas que son abiertas como las que te permite Google, los trending topic de Twitter, Google Trends. También hay herramientas de pago como Spike que rastrea todas las publicaciones en abierto. Eso sería una de las patas de Verne y la otra pata sería darle una vuelta a la actualidad. Nosotros no vamos a dar una noticia pura como da El País, pero podemos dar una noticia de periodismo explicativo, de datos o con el contexto como apoyo a esa noticia.

P. Las noticias son perecederas, por lo que se consumen durante un día a lo sumo. En el caso de los contenidos virales, ¿durante cuánto tiempo pueden funcionar?

R. El problema viene a raíz de qué consideramos viral. Creo que adquiere la misma vida que una noticia, si está bien contada y tiene una historia detrás. El objetivo es rastrear en las redes sociales y extraer historias de ahí. Es cierto que ahora todo tiene menos vida porque hay mucha oferta y lo complicado es atraer la atención del lector. La atención de la gente decimos que es “el oro de internet” porque que alguien decida leerte a ti, entre la gran cantidad de información que circula, es nuestro gran objetivo. La única manera de conseguirlo es que por un lado, lo que cuentes sea bueno y, por otro, que lo cuentes de una manera que atraigas la atención del lector, con un formato distinto.

“Los contenidos virales adquieren la misma vida que una noticia, si están bien contados y tienen una historia detrás”

P. En Verne existe una Edición España y otra Edición México ¿por qué surgió esta última? ¿Qué impacto estáis logrando en Latinoamérica?

R. El País tiene una redacción muy amplia en México y gran parte de nuestros lectores viene de Latino América, entonces hay temas que son globales, pero otros locales. Como El País tiene una delegación tan grande allí decidimos probar. Así, te das cuenta de que los temas no funcionan igual aquí que en México, pero las temáticas sí son muy parecidas. Por ejemplo, racismo funciona aquí y clasismo allí. Feminismo sin duda también funciona allí o la reivindicación cultural de las lenguas indígenas. Además, el consumo de Facebook en México es brutal. Allí la gente utiliza esta red social para todo de manera personal y profesional. La usan mucho más que WhatsApp, por ejemplo. La experiencia es muy buena.

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P. ¿Qué perfil de lectores tiene Verne? ¿Desarrolláis alguna estrategia específica para fidelizar a vuestra comunidad de lectores?

R. Teniendo en cuenta que nuestro público viene de las redes sociales es mucho más difícil fidelizarlos porque alguien te lee en Facebook y luego regresa a su perfil. Es difícil que se quede. Lo que tenemos que hacer es ser fieles a nuestra marca. Si nuestros usuarios encuentran rigor en los textos, que sepan que siempre van a encontrar rigor. También que sepan que no les vamos a colar un viral que luego resulta ser falso. No se trata de que siempre vengan a ti, sino que sepan lo que se van a encontrar cuando vengan a Verne: contenidos rigurosos y contados de una manera novedosa.

P. Verne es una sección en la web de El País. ¿Esto condiciona de algún modo los tipos de contenidos que se publican o vuestras decisiones son independientes de la redacción? ¿Qué beneficios obtiene Verne al integrar sus contenidos en esa cabecera?

R. El primer año de Verne estábamos en una sala pequeña y éramos cinco. Estuvo muy bien porque permitió desarrollar una idea y ser un equipo, pero llegó un momento en el que fue necesario integrarse con el resto de redacción por muchos motivos: desde temas prácticos como que podemos permitirnos contar con fotógrafos o la tecnología, hasta ponernos de acuerdo con el resto de la redacción. En eso hemos evolucionado para bien. El primer año definimos qué éramos y qué queríamos ser, porque somos algo totalmente nuevo, no hay nada como Verne. Y luego, integrarnos en el resto de El País es muy interesante porque podemos atender temas que hacen ellos. Nosotros estamos totalmente integrados con el equipo de El País y es mucho más útil para nosotros.

P. Por último, ¿qué efecto ha tenido el estilo Verne en el resto de los periodistas de El País? Lo digo porque en algunas noticias se aprecia, por ejemplo, una forma de titular que recuerda a la vuestra.

R. En general todo el periodismo ha cambiado mucho en los últimos veinte años. Sí creo que Verne ha influido a El País en algunos aspectos, aunque esto también se debe a que el modo de hacer periodismo se ha transformado y va en la línea de ir hacia donde está el lector, aplicar nuevos lenguajes y tener en cuenta las redes sociales. En eso Verne fuimos los primeros, más que influir, fuimos pioneros.

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