David Corral (Área de Innovación, TVE): "Afrontamos un momento de redefinición, no sólo de los informativos sino de los medios digitales, la prensa y las redes"
David Corral Hernández se licenció en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha cursado el Máster Interuniversitario en Diplomacia y Relaciones Internacionales y es experto en Servicios de Inteligencia por el Instituto universitario General Gutiérrez Mellado y la UNED. Su experiencia laboral comenzó en 2001, cuando ingresó en TVE como redactor en Intercambios Internaciones (EBU/UER). Ha sido subdirector y editor del Canal 24 Horas, donde dirigió el informativo juvenil 2.4 y fue coordinador Área Internacional de los telediarios Fin de Semana. En la actualidad trabaja en el área de Innovación de TVE. David Corral ha intervenido en las XIV Jornadas Internacionales de Innovación en Periodismo en la UMH.
Pregunta. ¿Cree que los informativos de TV están en crisis? ¿Por qué?
Respuesta. Me parece que no están en crisis. Creo que nunca hubo mejores contenidos, ni de tantos temas o lugares, al igual que nunca tuvimos la cobertura informativa que ofrecen los medios en la actualidad, con todas sus posibilidades. Es verdad que hay un problema de audiencia y de ajuste de oferta y demanda, en el que de momento sólo aguantan las transmisiones deportivas y las noticias en directo, pues es lo único que dispara las audiencias. Las plataformas de televisión y de video en streaming crecen imparables y así lo refleja el informe “Entertainment and Media Outlook 2018-2022” elaborado por la consultora PwC. Un punto a nuestro favor es que estamos en la era de la tecnología y los “millennials”, que son los consumidores más poderosos del mundo, demandan más tecnología y redes sociales. Afrontamos un momento de redefinición, no solo de los informativos, sino de los medios digitales, la prensa y las redes.
P: ¿Cómo se puede reinventar el formato del informativo tradicional?
R: Es una pregunta que nos hacemos haciendo hoy y nos seguiremos haciendo en el futuro; me encantaría saberlo. Solemos ir viendo qué hacen el resto de las cadenas y competidores. A partir de ahí, cogemos lo que hacen bien y evitamos lo que no funciona. Por ejemplo, tendemos a apostar por temas más visuales, más rápidos, más especializados y con más gráficos. Pero todos queremos obtener la respuesta para saber qué hacer y cómo definir nuestro futuro sin arriesgar o arriesgando lo menos posible. Queremos innovar muchísimo, pero en el fondo los informativos somos convencionales; es decir, el riesgo que vamos a correr siempre será escaso, porque no queremos arriesgar y perder.
“Queremos innovar muchísimo, pero los informativos somos convencionales; es decir, el riesgo que vamos a correr será escaso, porque no queremos arriesgar y perder”
P: ¿Tiene alguna propuesta concreta para innovar en la forma de producir, editar, realizar o distribuir la televisión informativa?
R: Una propuesta sería convertirse en el canal de noticias de referencia en las plataformas de moda (Netflix, YouTube, Amazon…) y en las que estén por venir. Estar ahí donde haya un dispositivo conectado, ya sea a través de video, audio o texto, es decir, desarrollar una adaptación tecnológica constante y multiplataforma. Por fortuna, los medios todavía manejamos la información de actualidad, algo que de momento plataformas como Netflix o YouTube no tienen.
Además, hay que adaptarse a los usuarios y a sus hábitos o preferencias, para así dialogar con ellos y saber qué es lo que quieren y cómo lo quieren. Por último, tenemos que informar para ser útiles, para que las audiencias nos entiendan; hemos de ser un referente frente al ruido y al engaño.
“Por fortuna, los medios todavía manejamos la información de actualidad, algo que de momento plataformas como Netflix o YouTube no tienen”
P: ¿Qué elementos de los informativos actuales no le gustan o cree que no funcionan y cuáles son los que sí le agradan o considera que funcionan?
R: Un aspecto negativo que destacaría es que los informativos tienden a ser demasiado largos. A su vez, pienso también que seguimos siendo un tanto conservadores en lo que respecta a cómo se trata la imagen o si las piezas duran más o menos; todos nos atenemos a un código de conducta y es difícil ir avanzando. Evidentemente, existe un miedo a los cambios, porque estos pueden darte un éxito o, todo lo contrario, una pérdida de audiencia. Y como positivo de la televisión destacaría la actual cobertura informativa, con todas sus posibilidades y diferentes formatos.
P: Como periodista especializado en el área de innovación, ¿qué estrategia emprendería para captar la atención de la audiencia más problemática, los “millennials” que apenas consumen televisión?
R: Considero que la clave para ello es estar en las plataformas donde más consumen los “millennials”. Las redes ofrecen información, pero no es la misma que la que proporcionan los medios de comunicación. Por eso tenemos que estar donde se consume la información, en vez de hacer televisión y quedarnos exclusivamente en este formato.
P: Ante las diversas cadenas y medios que ofrecen la misma información… ¿qué hace que un medio sea considerado una fuente de confianza y credibilidad por el público?
R: Es una suma de varios factores, pero también depende mucho del público. Por ejemplo, resaltaría la forma en la que un medio te cuenta los sucesos, además de quién los presenta. Esto es fundamental porque, dependiendo del público, hay presentadores que gustan más o menos. Al final, quien tiene la respuesta es la audiencia.
P: Si los informativos y las cadenas necesitan un giro de 360º, ¿qué rasgos innovadores le asignaría a un “periodista 3.0”?
R: Que sea un periodista multiplataforma. Hay que ser muy bueno haciendo televisión, y además debe ser especialista en una materia. Los medios en general tienden a contar con periodistas especializados. Por eso cada vez más se les va pidiendo complementariedad tecnológica, que sepan cómo funcionar en todas las plataformas. Algo a lo que, en definitiva, la tecnología nos obliga.
P: Cree que una propuesta sobre un nuevo medio que recopilase las claves de sus respuestas (atraer al público joven, ganar su confianza, dar credibilidad y tener periodistas 3.0), ¿podría efectivamente competir con el resto de los medios?
R: Considero que sí porque la competencia en televisión es muy positiva y surgen oportunidades para innovar. Lo que pasa que hay que saber cómo competir. Un ejemplo de una empresa que nació de la nada y empezó desde abajo es Uber. La gente no se creía que esta empresa podría hacer frente a las compañías de taxis y ahí está. Lo mismo pasa con YouTube, ha resultado ser una aplicación que compite cara a cara con la televisión. Tenemos grandes ejemplos de empresas que empezaron perdiendo dinero con inversiones pero que han acabado siendo éxitos millonarios. Competir te puede dar un gran éxito si consigues unir todas esas fichas de tu producto, o un fracaso si no logras tener aceptación. Con la tecnología actual, la oportunidad de lanzar un nuevo formato informativo y que triunfe, es totalmente posible.
P: ¿Cómo funcionó el informativo juvenil 2.4 del Canal 24 horas?
R: El programa tenía una enorme ventaja, que a la vez era su mayor inconveniente: el ser un informativo voluntario. Al final todos conseguimos en su día poder adaptarnos a un horario que no nos entorpeciera con otros trabajos o la tarea habitual, pero desafortunadamente a nuestro redactor le salió otro programa, a lo que se sumó que uno de los presentadores pasó a turno de madrugada. El programa tuvo buenas sensaciones, porque el público se involucraba con sus “videos saludo” o por las respuestas que nos mandaban. Terminó porque hubo grandes cambios en RTVE.
P: La puesta en marcha del 2.4, ¿fue una iniciativa de los trabajadores hacia arriba, es decir, no había una estrategia desde la propia dirección?
R: Nosotros éramos la dirección. El canal era un claro ejemplo de compañerismo, porque lo que tiene la información continua es el roce que se genera, y al final eso te hace estar siempre involucrado en una mesa con tus compañeros y plantear tus aportaciones. Yo diría que hubo una iniciativa tanto de abajo-arriba como de arriba-abajo. Es un programa que tenía muchísima postproducción, cuando las emisiones del canal 24 horas no tenían ninguna, y era porque la gente de postproducción se implicaba y de hecho entraban de madrugada para hacerlas. Los presentadores aprovechaban las salidas para hacer videos innovadores. Incluso llegaron a proyectar en una pantalla de la plaza Callao de Madrid la agenda cultural, y uno podía ver los conciertos que había esa semana, lo que rompía mucho con la línea gráfica del canal.
P: Por último, ¿cree que son los medios los que tienen que cambiar sus informativos para seguir atrayendo al público joven o son los jóvenes a lo que se les debería educar para fomentar su interés por estar informados?
R: Diría que ni una cosa ni la otra. Creo que debemos entender a los jóvenes y por eso debemos saber lo que desean. Por otra parte, considero que la gente tiene ganas de saber y mantenerse informada. En ese aspecto se trata más de una cuestión personal, de querer estar informado o no. Es fundamental saber en qué mundo quieres vivir y si lo quieres conocer. Por eso considero que es muy importante una buena educación que fomente las múltiples maneras que disponemos los ciudadanos y los jóvenes en particular, para estar informados, al igual que aprender a diferenciar la información que es útil y saber distinguir la veraz de la desinformación.